Quizá hayas visto algún vídeo en el que aparecen gatos esquivando sigilosamente numerosos obstáculos en el suelo, sin tirarlos, acompañado de un texto que afirma que son capaces de hacerlo gracias a su habilidad para situar la pata trasera precisamente en el lugar en el que pusieron previamente la delantera. ¿Pueden realmente hacer esto los gatos? ¿Es ese el secreto de su agilidad? La respuesta corta es que sí ponen la pata en el mismo sitio del que acaban de levantar la delantera, pero hay más razones detrás de su sigilosidad. Una habilidad que otros animales, como los perros, no tienen. Dentro vídeo.
La pata trasera del gato sólo pisa donde ha estado la delantera, señala a Maldita.es Mar Puig, auxiliar veterinaria, educadora canina también especializada en gatos y maldita que nos ha prestado sus superpoderes. La pata delantera inicia el movimiento cuando la trasera se ha acercado a un valor determinado y la pata trasera inicia el movimiento de apoyo después de que la pata delantera haya comenzado su balanceo. El segundo vídeo de un gato en una duna lo ejemplifica.
Pero hay más elementos que intervienen en la precisión como su gran capacidad de orientación, aclara Mar Puig. El motivo es que los gatos son unos depredadores que están menos domesticados que los perros.
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