Por Mariana Lira
Van más de 50 marchas en Nicaragua contra la construcción del canal interoceánico que el gobierno sandinista de Ortega busca garantizar para el capitalismo chino que, de realizarse, traerá afectaciones al ambiente y despojo de pueblos enteros. El gran canal interoceánico es un proyecto de capital chino. De implementarse, partirá en dos a Nicaragua […]
Van más de 50 marchas en Nicaragua contra la construcción del canal interoceánico que el gobierno sandinista de Ortega busca garantizar para el capitalismo chino que, de realizarse, traerá afectaciones al ambiente y despojo de pueblos enteros.
El gran canal interoceánico es un proyecto de capital chino. De implementarse, partirá en dos a Nicaragua con un canal de 278 kilómetros que conectará al oceano Pacífico con el Atlántico y pasará por la mayor reserva de agua dulce de América Central, que es el lago de Nicaragua.
El informe de Plan de Diseño detalla que por el canal pasará el 5% del transporte del comercio mundial y representará enormes beneficios económicos. El proyecto contará con un canal interocéanico, puertos, zonas de libre comercio, complejos turísticos, aeropuertos, un lago artificial y carreteras. Desde marzo de 2013 comenzaron los estudios para analizar factores e impactos ambientales, sociales y económicos.
Sin embargo, tal parece que sus estudios no han escuchado el sentir de la población ni la opinión de analistas ambientales. Casi en 50 ocasiones, en lo que va del año, miles de nicaragüenses han marchado y protestado en las calles para mostrar su total rechazo y las razones de su descontento ante la construcción del megaproyecto.
Han alertado de los nocivos efectos que causaría la construcción para el entorno. El lago se sedimentaría, los niveles de oxígeno descenderían, se destruiría flora nativa, la vida acuática y el agua potable ante potenciales derrames por los barcos de químicos. A la par, se atentaría contra los pueblos originarios de Nicaragua, como el caso de la comunidad de Bankukuk Taik, que sería obligada a desplazarse a un futuro incierto y propiciaría el fin de su idioma autóctono.
El proyecto está siendo financiado por la compañia Hong Kong Nicaragua Canal Development Investment (HKND) dirigida por el capitalista chino Wang Jing, quien invertirá 50 mil millones de dolares. De tal forma Chinaestaría disputándole al imperialismo yanqui zonas de influencia en America Latina y mostrando pretensiones también imperialistas. Este hecho ya ha causado el recelo de Estados Unidosante la construcción de un canal tres veces mayor al de Panamá, el cual disputaría el monopolio estadounidense de conexión interoceánica.
Ante los hechos, las voces de 15 mil nicaragüenses resonaron el sábado 13 de junio, principalmente en Juigalpa exigiendo al gobierno la cancelación inmediata del Gran Canal Interoceánico. Los campesinos también exigen un alto al despojo, que desde el siglo pasado han vivido ante distintas políticas estatales, pero que ahora se agudiza por la sed de acumulación capitalista de los empresarios chinos. Exigen también el fin de la represión que en meses anteriores ha provocado cientos de heridos con gases lacrimógenos y balas de salva. Los miles de manifestantes levantaron este sábado consignas como “¡la tierra es de los campesinos, no de los chinos!”, “¡decimos no al canal!” y “¡fuera chinos!”.
El gobierno sandinista de Ortega
Las pancartas y las paredes también dicen “¡Ortega vende patrías!”. Para entender el sentir de la población hay que detallar que Daniel Ortega ha sido electo presidente de Nicaragua por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en dos ocasiones. En 2006 era visto por muchos como la oposición al imperialismo estadunidense que buscaba ganar terreno en América Central y romper la alianza que Ortega estableció con el gobierno nacionalista burgúes de Hugo Chávez. En esa época, Ortega fue apoyado por miles de personas en las calles, y el FSLN mantenía un discurso con rasgos nacionalistas. No obstante se mostró que esto no eran más que gestos: ahora Ortega está respaldando al capital chino del HKND Group y en general ha mantenido una política para favorecer a capitalistas extranjeros y que se instalen en Nicaragua.
Las pancartas y las paredes también dicen “¡Ortega vende patrías!”. Para entender el sentir de la población hay que detallar que Daniel Ortega ha sido electo presidente de Nicaragua por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en dos ocasiones. En 2006 era visto por muchos como la oposición al imperialismo estadunidense que buscaba ganar terreno en América Central y romper la alianza que Ortega estableció con el gobierno nacionalista burgúes de Hugo Chávez. En esa época, Ortega fue apoyado por miles de personas en las calles, y el FSLN mantenía un discurso con rasgos nacionalistas. No obstante se mostró que esto no eran más que gestos: ahora Ortega está respaldando al capital chino del HKND Group y en general ha mantenido una política para favorecer a capitalistas extranjeros y que se instalen en Nicaragua.
Las manifestaciones han sido capitalizadas por los legisladores del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), que pretenden preservar la tradición sandinista y un régimen democrático -recuperando así la tradición el movimiento sandinista que en los 30’s encabezó la guerra de guerrillas contra la intervención estadounidense en Nicaragua. Sin embargo, el MRS en otros momentos ha respaldado a la burguesía e imperialismo norteamericano. Ante esto, el gran movimiento desencadenado contra la constucción del canal requiere tener independencia política del conjunto de los partidos que defienden los intereses capitalistas y no resuelven las demandas de los campesinos pobres y el pueblo trabajador.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario